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La capilla de la Síndone, 1ª parte

Publicamos, a continuación, un artículo de Ignacio Huertas sobre Guarini y Bertola y la Capilla de la síndone. En esta primera parte se centrará en el conocimiento de los autores de la Capilla y del altar y, en una segunda parte, conoceremos, la mayor obra de arte creada para honrar la síndone.



Introducción

El 11 de abril de 1997, las llamas devoraron la capilla de la síndone en Turín. Providencialmente, la síndone salió indemne de aquel suceso. Han pasado 25 años y se ha concluido la restauración tanto de la capilla Guarini como del altar de Bertola. Es, por tanto, una buena ocasión para contemplar y analizar el marco en que se custodiaba la reliquia. ¿Quiénes eran Guarino Guarini y Antonio Bertola? ¿Cómo llegó la síndone a Turín y por qué se quedó? ¿Qué simbolismo encierra la capilla? Analizaremos estos aspectos para comprender mejor uno de los centros espirituales de Turín y de toda la Iglesia.


1. El hombre


a) Guarino Guarini


El 17 de enero de 1624, fruto del matrimonio de Raimundo y Eugenia Marescotti, nace Guarino Guarini, una de las figuras más importantes del barroco italiano. La casa familiar se encontraba junto al convento de los clérigos regulares teatinos. Con ellos empezará sus estudios. Los teatinos estimulaban a los estudiantes a profundizar en el estudio de temas de aplicación científica, y muchos de ellos se convirtieron en arquitectos [1].

En 1639, imitando a su hermano mayor, ingresa en la orden teatina. Durante 6 años estudiará en Roma. Durante el noviciado, realizado en el monasterio de San Silvestro al Quirinale, estudió arquitectura, teología, filosofía y matemáticas. La abundante actividad arquitectónica de Roma y la obra de los grandes maestros del barroco van a actuar de fermento en Guarini, que desarrollará una técnica de construcción impecable y un método operativo eficaz y fiable[2]. Si unimos todo esto al ascetismo riguroso y la profunda interioridad que la orden teatina le transmite a Guarini y su enorme dominio de la geometría y matemáticas, tenemos las claves esenciales para entender la obra de este gran arquitecto, que le hace superar las modas de la época y crear un lenguaje muy personal que influirá enormemente en el barroco italiano. Como dice Meek[3], escapa de cualquier intento de clasificación. Su trabajo se basará en un profundo dominio de la técnica de construcción, tomado en parte de la tradición gótica[4]. Utilizará de modo personal determinados elementos estructurales y decorativos, como pilastras salomónicas, óculos trilobulados y cartelas asimétricas.

En 1641 hace sus primeros votos. Durante su estancia en Roma quedará fuertemente influido por la actividad arquitectónica de Pietro Berrettini, Gian Lorenzo Bernini y Francesco Borromini.

En 1645 llega a Venecia donde profundiza en sus estudios teológicos y recibe el subdiaconado. En 1647 regresa a Módena y, al año siguiente, es ordenado sacerdote, el 17 de enero. En 1648 es nombrado auditor de la casa teatina y, al año siguiente, encargado de la construcción de la iglesia de s. Vicenzo, iniciada en 1617 y que estaba a punto de terminar. Sin embargo, la falta de fiabilidad del proyecto y problemas económicos provocaron la suspensión de la obra. En 1653 presentó un proyecto de cúpula, que no llegará a realizarse.

En 1655 fue nombrado superior de la casa de Módena, revocado a finales de año y expulsado de la ciudad por la oposición del tribunal de justicia, siendo incorporado a la comunidad de Parma. Entre 1660 y 1662 se encuentra en Messina, llamado para construir la fachada y el convento de la iglesia del Anunciación. La fachada será definida como una versión aplanada de un espacio tridimensional desarrollado telescópicamente[5]. Lamentablemente sufrió daños en los terremotos de 1783 y 1894 y terminó destruida por el de 1908.

En 1662 regresa a Módena por la enfermedad de su madre. Aquí recibirá el encargo de unas tumbas en la iglesia de s. Vicenzo (que nunca se construyeron) y hace un dibujo para la fachada de la iglesia. Presenta una fachada en la que la ausencia de tímpano terminal se convertirá en un motivo recurrente en su lenguaje arquitectónico[6].

En otoño de 1666 llega a París. Durante su estancia, compagina su trabajo como arquitecto con la enseñanza de la teología y la redacción de su obra Placita philosofica physicis rationibus experientiis, matemathicisque ostensa[7], un compendio de sus investigaciones en física, astronomía, filosofía y matemáticas, publicada en 1665. En este tiempo, dirige la construcción de la iglesia de Ste. Anne-la-Royale, culminada con una superposición de cúpulas truncadas y linterna. La iglesia fue demolida en 1823. También elabora el proyecto para un gran palacio.

En 1666 vuelve a Turín para realizar el encargo de la iglesia de San Lorenzo, una de sus obras más emblemáticas. Aquí encontramos al duque de Saboya queriendo mantener en Turín a Guarini, como se ve en la correspondencia que mantiene con el superior general de los teatinos. El duque ya tenía la intención de confiarle la construcción de la capilla ducal de la sábana santa, obra que asume en 1668[8].

En la iglesia de San Lorenzo, la planta parte de un cuadrado cubierto por una cúpula sobre pechinas que cargan sobre capillas, que sobresalen llenando los ángulos del cuadrado y combinan lo cóncavo y lo convexo. Con este juego de capillas el espacio cuadrado se convierte en ondulado. La cúpula está formada por arcos de medio punto entrecruzados, que forman un cimborrio octogonal[9].

El 19 de mayo de 1668, el duque Carlos Manuel II nombró a Guarini maestro ingeniero para esta Capilla del santísimo Sudario con todos los honores, autoridad, preeminencia y prerrogativas y toda otra cosa de su oficio […] y con el salario de mil liras de plata por dinero, veinte cada año, para comenzar a principios de enero del año siguiente[10].

Desde finales del s. XVI, existían unos planos de una capilla para la custodia y ostensión de la Sábana santa, diseñados por Pellegrini y Carlo di Castellamonte. La asignación del proyecto se había hecho en 1657 a Bernardino Quadri, ayudado por Amadeo di Castellamonte[11].

La capilla está ubicada en la planta principal del palacio ducal y se puede acceder a ella desde la catedral de San Juan Bautista a través de dos escalinatas a los lados del presbiterio. En 1666 se suspendió la ejecución del proyecto por dificultades técnicas de la cúpula[12]. En poco tiempo, Guarini elaboró un proyecto que tuvo que modificar para poder adaptarlo a lo ya construido, que era un tanto desconcertante: el tambor estaba levantado sobre tres arcos doblados hacia dentro, reduciendo la luz en una cuarta parte[13]. El tambor, ahuecado por seis grandes ventanas en arco y sostenido por una galería anular, sostiene la cúpula descargando su peso sobre los muros exteriores. La parte inferior de la cúpula simula un inmenso desarrollo y profundidad, gracias al entramado de doce nervios de mampostería, apretados en la clave por una estrella de doce puntas que inscribe la imposta de la linterna con una terminación abovedada como la de S. Ivo de Borromini. Los nervios curvos, que enmarcan los finos huecos de las ventanas, están fijados por un doble círculo de encadenamiento metálico, para formar una estructura reticular en piedra y mampostería de hierro, aligerada por una miríada de ventanas y casi sin empujes horizontales[14].

En 1671 regresa a Módena con la obligación de volver a Turín. El duque de Módena, Francesco II de Este presionó a Guarini para que regresara a su ciudad natal. Guarini, inmerso en la construcción de la capilla de la Síndone y San Lorenzo se negó y comenzó una larga disputa entre el duque de Módena y los Saboya para que Guarini continuara sus trabajos. En esta fecha publica un compendio de estudios matemáticos y geométricos, Euclides adauctus et methodicus mathematique universalis. EN 1674 publica un manual destinado a diseñadores, constructores y medidores para facilitar el cálculo de superficies y volúmenes ya realizados, Modo di misurare le fabriche[15].

Entre 1673 y 1674, Carlos Manuel II le encarga el proyecto de la iglesia de la Inmaculada Concepción, iniciándolo en 1675[16]. En 1676 comenzó la renovación del castillo de Manuel Filiberto de Saboya-Carignano en Racconigi. Se pretendía transformar el castillo medieval en un palacio y jardín al estilo francés[17]. Es la primera vez que Guarini diseña un palacio y manifiesta un control total en la tipología residencial a gran escala. También se dedica, en el campo de la investigación teórica a ocuparse de las fortificaciones[18].

1679 fue un año muy fructífero. Fue nombrado superior del convento de teatinos en Turín y se dedicó a la redacción de los proyectos para los Palacios Carignano y Madama, la iglesia de San Felipe Neri en Turín y el colegio jesuita de los nobles en la plaza San Carlos[19]. Entre 1679 y 1680 desarrolla el tema de la residencia privada con los proyectos para el palacio Graneri, el castillo del conde Francesco Ottavio Solaro en Govone y la villa de campo de Grugliasco para el mayordomo de Manuel Filiberto de Carignano.

Sin embargo, la iglesia de San Felipe Neri es el punto central de la investigación sobre el espacio sagrado con una planta longitudinal combinando los módulos circulares del proyecto de la iglesia de la cofradía de S. Caterina in Ceva y la iglesia teatina de Sta. Maria Ettinga en Praga (redactado en Turín y enviado a Bohemia)[20].

El 9 de junio de 1680, Emanuel Filiberto nombra a Guarini teólogo de su casa, un cargo de prestigio con una remuneración sustancial de 400 liras anuales. De esta época son los dibujos elaborados para diversas iglesias europeas, entre otras la de Santa María de la Divina Providencia en Lisboa[21].

Durante 1681 continúa la disputa entre Módena y Turín para hacerse con los servicios de Guarini[22]. En febrero de 1683 viaja a Milán para seguir con la producción de su obra Coelestis mathematicae pars prima et secunda. Su gran obra, Dissegni d’architettura civile et ecclesiastica», permaneció inédita y se publicó una primera colección de láminas en 1686 en Turín[23]. La arquitectura civil de Guarini queda impregnada de la sequedad, el carácter y la formación de Guarini, que la concibe como una rama de las matemáticas. La divide en cinco tratados: arquitectura general, iconografía, alta ortografía, ortografía arrojada y geodesia. Para él, la arquitectura debe mirar las presuposiciones racionalistas del pensamiento filosófico y la nueva investigación experimental. La renovación que propone implica proporciones y simetría, fundamentos sintácticos del vocabulario arquitectónico, que es permisible derogar en favor de una ilusión óptica medida, parcialmente prestada del lenguaje gótico[24].

Guarini considera la arquitectura como un organismo vivo[25], cuyas estructuras de soporte, expuestas en toda su fuerza vital, son como los elementos constitutivos de un sistema orgánico petrificado, donde las formas, como él mismo escribe, son una expresión del «movimiento espontáneo de expansión y contracción [...] extendido para todo el ser vivo»[26].

En esta obra documenta con extensión también los proyectos no realizados y los edificios desaparecidos. A nivel teórico, el tratado de Guarini es una de las primeras manifestaciones de interés por el gótico después de un largo período de abandono. Preparó la publicación del tratado un seguidor y admirador de su obra, el también arquitecto Bernardo Antonio Vittone[27].

Guarino Guarini muere el 6 de marzo de 1683 en Milán.


b) Antonio Bertola[28]


Nace en Muzzano el 8 de noviembre de 1647. Estudió derecho, pero no ejerció, sino que se dedicó al estudio de las matemáticas y la ingeniería. Fue maestro de aritmética de pajes (1679), blasonador real, secretario de estado (1695) y maestro de fortificaciones y aritmética (1699).

Fue arquitecto civil y erigió en 1677 la iglesia del Crucifijo, hoy destruida. Continuó los trabajos de Guarini en la Capilla de la Sábana santa donde levantó el altar central en 1694. Gracias a esta obra estuvo en contacto con la escuela de Guarini. En 1696 diseñó la iglesia de la Madonna delle Vigne cerca de Trino Vercellese.

Fue ingeniero del príncipe de Carignano, para quien trabajó en el altar mayor de la iglesia de S. Fillipo en 1699. Como arquitecto militar, adquirió fama durante el asedio de Turín en 1706 tras el cual fue nombrado, en 1708, arquitecto civil y militar del duque de Saboya. Entre 1703 y 1710 construyó el hospital de SS. Anunziata en Savigliano. En 1711 diseñó un nuevo hospital par Fossano.

Durante el período de su actividad en Garove y la llegada de Fillipo Juvarra (1714)[29] ejerció una supremacía indiscutible sobre la arquitectura turinesa. Su arquitectura es más propia del s. XVII que del XVIII, por lo que se le considera más un autor del s. XVII que un iniciador de la investigación arquitectónica del s. XVIII.

Muere en Muzzano en 1719.


Notas

[1] H. A. MEEK, Guarino Guarini and His Architecture, Yale University Press, London 1988, p. 5-8.

[2] N. MARCONI, «Guarini, Guarino», en Dizionario biografico degli italiani, vol. 60, Istituto della Enciclopedia italiana, Roma 2003.

[3] H. A. MEEK, Guarini, Electa, Milan 1991, p.9.

[4] Cfr. P. MARCONI, «Guarino Guarini ed il Gotico», en Guarino Guarini e l’internazionalità del barocco, Accademia delle scienze, Torino 1970, pp. 613-631.

[5] H. A. MEEK, Guarini, o.c. p.27.

[6] A. ROCA DE AMICIS, «Notizie su Guarino Guarini nell'Archivio Generale dei Teatini», en Regnum Dei, CXX (1994), pp. 69-103.

[7] G GUARINI, Placita Philosophica ... physicis rationibus, experientiis, mathematicisque figuris ostensa, Dionysium Thierry, Paris 1665.

[8] G. DARDANELLO - S. KLAIBER – H. A. MILLON - Guarini, Ed. Umberto Allemandi, Turin 2007, p.43-44.

[10] G. TIRABOSCHI, Biblioteca modenense, Modena 1783, III, s. V, p.37

[11] H. A. MEEK, Guarini, o.c. p.27.

[12] N. MARCONI, «Guarini, Guarino» o.c.

[13] H. A. MEEK, Guarini, o.c. p.88.

[14] G. DARDANELLO - S. KLAIBER – H. A. MILLON – Guarini…p.48.

[15] G. GUARINI, Modo di misurare le fabriche, Herederos de Gianelli, Turín 1674. Como dato a título de curiosidad, la edición escaneada, que puede descargarse de Google, tiene un error en la fecha, indicando MDLCXXIV, en vez de MDCLXXIV, lo que hace ilegible la fecha de edición, a no ser que vaya uno a la p.6 donde aparece en números árabes.

[16] L. TAMBURINI, «La chiesa dell’Immacolata Concezione di Torino», en Guarino Guarini

e l’internazionalità del barocco, Accademia delle scienze, Torino 1970, pp. 385-397.

[17] H. A. MEEK, Guarini, o.c. p.101.

[18] Cfr. G. C. SCIOLLA, «Note sul «Trattato di fortificatione» del Guarini», en Guarino Guarini

e l’internazionalità del barocco, Accademia delle scienze, Torino 1970, pp. 513- 529.

[19] Cfr. G. DARDANELLO - S. KLAIBER – H. A. MILLON – Guarini…p.175-252.

[20] Cfr. D. DE BARNARDI FERRERO, «Chiese longitudinali del Guarini», en Guarino Guarini e l’internazionalità del barocco, Accademia delle scienze, Torino 1970, pp. 415-424. H. A. MEEK, Guarini, o.c. p.149.

[21] Cfr. F. CHUECA GOITIA, «Guarini y el influjo del barroco italiano en España y Portugal», en Guarino Guarini e l’internazionalità del barocco, Accademia delle scienze, Torino 1970, pp. 528-529.

[22] G. GUARINI, Architettura civile 1683, introducción de N. CARBONERI, notas y apéndice de B. TAVASSI LA GRECA, ed. Il Polifilo, Milán 1968, p. XVII-XVIII.

[23] G GUARINI, Dissegni d’architettura civile et ecclesiastica, ed. por herederos de Gianelli, Torino 1686.

[24] N. CARBONERI en G. GUARINI, Architettura…, p. XXIII.

[25] Cfr. G. GRITELLA, «L'architettura barocca e le nuove sfide del costruire», en Il Contributo italiano alla storia del Pensiero, Tecnica 2013, en https://www.treccani.it/enciclopedia/l-architettura-barocca-e-le-nuove-sfide-del-costruire_%28Il-Contributo-italiano-alla-storia-del-Pensiero:-Tecnica%29/

[26] G.  GUARINI, Placita philosophica, 1665, p. 755.

[27] E. VÁZQUEZ LÓPEZ, Teoría e historia de la arquitectura, en https://t5eduardovazquez.wordpress.com/2017/02/14/guarino-guarini/

[28] Cfr. N. CARBONERI, «Bertola, Antonio», en Dizionario Biografico degli Italiani, vol 9, Istituto della Enciclopedia italiana, Roma 1967.

[29] EL más grande arquitecto de su tiempo. Para profundizar en su figura, ver J. L. SANCHO GASPAR, Fillipo Juvarra, Real Academia de la Historia, en https://dbe.rah.es/biografias/15496/filippo-juvarra

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